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ToggleEn el siguiente proyecto, nos encontramos con una familia que quería dar a cada hijo un dormitorio juvenil. Tenían que ser funcionales, luminosos y con mucha capacidad de almacenaje.
El reto era dar ese toque divertido aprovechando al máximo todo el espacio disponible.
Paredes neutras pero originales
Pintar la habitación de blanco no es soso, aunque pueda ofrecer esa primera impresión. Es un color que te permite jugar con él y admite todo tipo de combinaciones para decorar una estancia.
Así, en este caso se apostó por colocar un vinilo decorativo al gusto de los hijos en una de las paredes de la habitación. Ha quedado muy vistoso.
De este modo, el resultado es una habitación claramente «marcada» y con la personalidad de los chavales, divertida y original.
Varios ambientes para varios usos
Los adolescentes son dormilones. Pero su habitación es más que una cama.
En su refugio también tienen que estudiar, descansar, echar el rato con los amigos o jugar a la consola.
Así que para ellos es importante que el espacio sea actual y muy funcional.
La zona de estudio debe tener todas las comodidades, pero no llegar a distraer. Suficiente tienen con distraerse solos con lo que sea. Por lo que una mesa de escritorio lacada en blanco con cajonera a juego es perfecta. Ayuda a los chicos a concentrarse y guardar su material de estudio.
En la pared de uno de ellos, además, ahora hay una televisión enmarcada sin cables a la vista, para jugar a la consola y ver sus series favoritas.
En la cama, también blanca, se puede incorporar una luz flexible y orientable, ideal para leer cuando apetece y no perder el sueño cuando toca.
Mucho almacenamiento para garantizar el orden
Junto a todas las ideas creativas anteriores, no podía faltar algo que hace las delicias de cualquier adolescente: un gran armario vestidor.
En cada una de las habitaciones de esta familia los hicimos a medida para aprovechar al máximo todo el espacio disponible.
Así, en uno de ellos colocamos un armario empotrado con 3 puertas batientes blancas con 4 hendiduras horizontales en cada una de ellas.
En el otro dormitorio optamos por un armario con 4 puertas blancas con acanalados horizontales en blanco satinado. Sobre el escritorio se colocó una balda a modo de estantería. Y en el espacio libre bajo la ventana, un par de muebles con cajones lacados en blanco y un cubrerradiador.
Todo hace juego con el resto del dormitorio para que haya sensación de continuidad y se maximice el espacio.
Parecía imposible, pero en estas dos habitaciones hay mucha capacidad de almacenamiento, lo que permitirá que el caos no reine en ellas. Entre guardar la ropa, los juguetes de antes, los juguetes y cachivaches que van a venir, libros, cuadernos… lo van a necesitar.
Todo lo que necesita un dormitorio juvenil
Con todo lo anterior tienes el ejemplo que necesitas para convertir un dormitorio infantil en juvenil.
En BUK Design León sabemos cómo integrar la perspectiva de los hijos y de los padres. Aunque el concepto sea diferente, es posible satisfacer a ambos creando una especie de santuario independiente donde pasar el tiempo.